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Bastarda de nacimiento (papá piamontés – mamá española) crece inconsciente e imprudente.
A los 13 jugaba al fútbol en un equipo femenino, a los 14 era cinturón verde en Jiu
Jitsu, a los 16 entrenó Dobermans y gritó su primera frase ante el micrófono del
Reportero histórico de la radio de Turín:
“Buenos días a todos, son las 7 de la mañana, mi nombre es Manuela y este es el mío.
¡plan!».
A los 17 años, mientras sus compañeros rondaban por los Murazzi y Portici de Via Po, sí
Me enamoré perdidamente de una mesa de mezclas, dos Thorens Prestige y el sonido único de
vinilos…
Bastarda de nacimiento (papá piamontés – mamá española) crece inconsciente e imprudente.
A los 13 jugaba al fútbol en un equipo femenino, a los 14 era cinturón verde en Jiu
Jitsu, a los 16 entrenó Dobermans y gritó su primera frase ante el micrófono del
Reportero histórico de la radio de Turín:
“Buenos días a todos, son las 7 de la mañana, mi nombre es Manuela y este es el mío.
¡plan!».
A los 17 años, mientras sus compañeros rondaban por los Murazzi y Portici de Via Po, sí
Me enamoré perdidamente de una mesa de mezclas, dos Thorens Prestige y el sonido único de
vinilos…
Bastarda de nacimiento (papá piamontés – mamá española) crece inconsciente e imprudente.
A los 13 jugaba al fútbol en un equipo femenino, a los 14 era cinturón verde en Jiu
Jitsu, a los 16 entrenó Dobermans y gritó su primera frase ante el micrófono del
Reportero histórico de la radio de Turín:
“Buenos días a todos, son las 7 de la mañana, mi nombre es Manuela y este es el mío.
¡plan!».
A los 17 años, mientras sus compañeros rondaban por los Murazzi y Portici de Via Po, sí
Me enamoré perdidamente de una mesa de mezclas, dos Thorens Prestige y el sonido único de
vinilos…
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